El experimento

Por Gabriela Santos – La serie es tan surrealista que empiezo a sospechar de la trama. Parece un thriller psicológico. Consiste en violentar a una sociedad hasta conocer su límite. Se meten con lo que es cada uno, con los suyos y con lo que tienen.

La primera reacción aflora entre los más frágiles, pero pronto todos sienten el ultraje. Llega el día en el que la disconformidad es total y están al borde de estallar. Entonces hay que cerrar la temporada.
Mi final preferido tiene locación en un despacho grande, una mesa de directorio, con los líderes políticos de todos los espacios, juntos y relajados. Miran a la cámara y le comunican a la población:

«Argentinos, los hemos expuesto a esta distopía para que reconocieran el peligro del camino autodestructivo que habían emprendido. Comunicarlo no alcanzaba. Ante el contundente resultado del experimento, a partir de ahora, nuestro sistema de gobierno será colaborativo, todos ocuparemos el ejecutivo controlándonos mutuamente y dando lugar a la representación general. La figura de oposición ya no tendrá sentido y ninguno intentará boicotear al gobierno, porque todos lo integran. Este es el desafío que les proponemos, desde hoy construimos la nueva realidad entre y con todos».

Gabriela Santos, periodista y docente